ESCRIBIR UNA IMAGEN
Como
os prometí voy a hacer unas reflexiones acerca de lo que conlleva la estética
con la que aparezcamos en una fotografía. Es muy común oír eso de “que mal
salgo en las fotos”, “estoy horrible en esa imagen”, “no soy fotogénica” “no me
gusta que me hagan fotos porque no me gusta como estoy en ellas”. Digo, en
primer, lugar que no todos somos perfectos (ni siquiera los y las modelos lo
son) y sin embargo ves fotografías favorecedores de personas que de otra manera
las ves poco agraciadas.
Bueno
dicho lo dicho empezar por preguntar al mundo mundial si un cuadro “sale” mal o
lo hacen mal. Si una melodía “suena mal” o la tocan mal. Si un plato “es malo”
o lo han cocinado mal. Esa es la madre del cordero. Nada, por si solo es malo o
bueno, depende de quién lo haga y como lo haga. En una sesión de fotografía hay
muchos protagonistas (hablo ahora de sesión planificada no de fotos informales)
estilistas, peluqueros, maquilladores, incluso directores artísticos. Y
fotógrafos como no. De estos últimos depende todo lo que salga luego. No es que
los demás no hagan bien su trabajo. Es que el fotógrafo tiene que dirigir a
todo el equipo para que la imagen que se ha planificado o se haya previsto
aparezca en el visor correctamente.
En
una sesión informal o en fotos ocasionales pues es lo mismo pero con menos
protagonistas. A veces solo el modelo y el fotógrafo. O con más gente pero
quienes deben interactuar son estos dos sujetos. Muchas veces se dice que la
gente actúe con espontaneidad y haga lo que le parezca para que sea
improvisado. La palabra “espontaneidad” dicha a alguien que posa es como
lanzarle un rayo paralizador si no tiene experiencia en posar. Has mentado a la
“Bicha”. Entonces tu modelo empezará a
poner caras raras o artificiales o a agarrotarse en sus movimientos. Casi
siempre es mejor dirigir a quien posa, sugerirle poses, indicarle como debe
colocarse en función de la iluminación que hay (ya sea controlada, o natural)
Entonces no importará si la persona es muy o poco agraciada. Saldrá bien y al
contrario importara poco si es o no guapo o guapa si ejecutas mal la foto.
No
“salimos” mal, la culpa es del fotógrafo, es quien decide cuándo y cómo apretar
el disparador. Si elige el momento inadecuado, la luz incorrecta o no enfoca
bien la foto no ha “salido” mal la han hecho mal.
Supuesto
práctico: Local de copas nocturno con luz baja gente por medio cuando haces la
foto. Tienes una compacta y el local está abarrotado. Quieres hacer una foto a
tus colegas y están a escaso metro y medio de tu cámara. La cámara detectará
que hay poca luz y dará mucha potencia al flash, el enfoque, si hay un led
auxiliar de enfoque puede que se haga correctamente, si no, confiar en que algún foco del techo ilumine antes
de apretar el disparador. Resultado foto desenfocada, caras que parecen que
tienen hepatitis de lo amarillas o blancas que están, posibles ojos rojos. En
fin eso ni con el Photoshop de la Señorita Pepis lo arreglas. Solución: Si no
puedes alejarte utiliza en icono Flash Automático ojos rojos. Pero avisa a tus
colegas de que va a saltar dos veces el flash la primera para contraer las
pupilas y la segunda para hacer la foto. Suele pasar que la gente posa para el
primer flashazo y se descoloca para el segundo. Si no enfoca bien busca algún
lugar más iluminado o consigue una cámara con led de preenfoque. Algunos
flashes incorporados dan un primer destello casi imperceptible con el que se
enfoca, pero no todos.
Otra
cosa, con el alcohol y demás sustancias, mucha gente coge un estado de euforia
que se cree Elle McPherson en persona. Y posan desinhibidos y desinhibidas con
muecas, y expresiones de cara y de cuerpo que luego, si el fotógrafo no las
filtra y se suben a facebook u otras redes sociales, puedes ser más fuente de
burla que de celebración. Y eso de poner en primer plano el vaso de cubata o
los chupitos, o la botella de champán, acentúa la sensación de borrachera que
hay en toda la toma. A lo mejor es lo que se pretende, si es así y os mola el
resultado adelante. Es como dije festivo, pero poco estético.
No
podéis contratar un profesional para vuestras fiestas seguramente. Pero
intentad que muchas imágenes sean un poco más estéticas. Por ejemplo si chocas
los cubatas o los chupitos mirando de lado y sonriendo más y disimulando un
poco la borrachera, sería un poco mejor.
Los
aficionados (y no tengo nada en contra, yo me considero aficionado en mis ratos
libres) van a sacarte más veces incorrectamente que los profesionales. No por
nada que también habrá profesionales que no sepan trabajar, pero tendrán menos
clientes cada vez. Nos ganamos el pan con ello y más nos vale conocer bien la
luz y los encuadres correctos porque gente que sale descontenta de tu estudio o
de tu trabajo es gente que no vuelve.
AUTOR:
JUAN GREGORIO GARCÍA ALHAMBRA
FOTOGRAFO
PROFESIONAL
Livia BozoianuSteph González
Enrique
Liset
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