28 agosto 2020

¿MÓVIL O CÁMARA DE FOTOS DIGITAL?

 

¿MÓVIL O CÁMARA DE FOTOS DIGITAL?


Actualmente se dice que la fotografía profesional está en crisis. Debido a diversas circunstancias. Entre ellas se achaca la crisis a que todo el mundo tiene un Smart Phone y puede hacer fotos en casi cualquier situación.

Al estar en crisis la fotografía profesional y los aficionados tener la posibilidad de hacer sus fotografías con un teléfono móvil inteligente, cae el mercado de cámaras digitales. Tanto profesionales como de entrada o de aficionados.

Las razones que se dicen como he adelantado son esas. Hay menos trabajo por que los aficionados suplen a los profesionales con sus móviles. Y las empresas fabricantes de cámaras tienen el mismo problema.

Personalmente pienso que, aunque es cierto que el problema es así, el enfoque que debería darse es diferente. Es muy cómodo culpar a otras personas o, en este caso otros dispositivos de tu fracaso. Habría que analizarlo desde otra perspectiva. La primera pregunta que hay que plantearse es ¿Qué hacen los móviles? Fotos y Vídeos de cierta calidad. ¿Qué hacen las cámaras digitales? Fotos y Vídeos de calidad superior. Segunda pregunta. Las gente corriente (y a veces los mismos profesionales) ¿Necesitan realmente la calidad superior de las cámaras digitales? La respuesta es que salvo casos puntuales, no se necesita una calidad superior. Debido a que normalmente la gente no imprime, sino que comparte sus fotos y vídeos en Internet. Y allí con una calidad media-baja es suficiente.

Por lo que los fabricantes de cámaras digitales tendrían que reflexionar sobre el silogismo:Si la cámara y el móvil hacen fotos y vídeos, y el móvil lo llevo casi siempre, sólo necesito el móvil. Últimamente el problema se ha tratado de minimizar haciendo cámaras digitales más pequeñas. La cuestión es que esas cámaras necesitan objetivos intercambiables y al final el volumen incita a volver al ligero y portable teléfono móvil. Lo que se necesitaría no es cuestión de tamaño. Los fabricantes de cámaras deberían ofrecer a sus potenciales usuarios algo diferente. Que no se pudiera resolver el silogismo tan fácilmente. Que tuvieran alguna función o alguna prestación o aplicaciones integradas que fueran exclusivas de las cámaras. Yo no sé cuales deberían ser esas prestaciones, funciones o aplicaciones. Para eso tienen los fabricantes sesudos ingenieros y técnicos en marketing para desarrollarlas.

El tema no es sencillo. Los móviles ofrecen la fotografía computacional y hacen cosas con software que suple a las cámaras. Las cámaras lo hacen combinando software y óptica. Y las calidades no tienen nada que ver. Si vas a imprimir no más de 20x15 cm o simplemente vas a compartir tus fotos y vídeos en redes sociales, no vas a hacer un gasto grande en cámaras. Preferirás un móvil más o menos caro que luego te sirve de teléfono, acceso a Internet, GPS, cámara de foto y vídeo y múltiples funciones que ahora existen y otras que están por desarrollar.

Sin embargo si las cámaras te ofrecen algo extra o algo diferente al móvil. Me refiero no a hacer cámaras supersofisticadas con un precio exorbitante. Eso es otro error. Debería hacerse a varios niveles, aficionado y profesionales. Y dotar a las de los profesionales o a quién se lo pueda permitir de un plus de funciones que hiciera que solo estos dispositivos pudieran tenerlos.

Claro que en cuanto se desarrolle una función para cámaras los fabricantes de teléfonos móviles intentaran a toda costa implantarla en ellos. La conclusión a esta artículos que es en sí una pequeña disgresión que me ha venido a la cabeza es la siguiente: Menos es más. Y lo que hace vender algo es diferenciarlo de los productos que existen. Supongo que esto se lo habrán planteado los fabricantes de cámaras. Y a lo mejor no han encontrado la solución. O sí, y están esperando a algún avance tecnológico para dar una vuelta de timón y cambiar la situación.

De todos modos disfrutad de vuestros móviles y de vuestras cámaras. Cada cual con lo que use y haced fotos y vídeos. Y el futuro vendrá, no os quepa duda, antes o después.


JUAN GREGORIO GARCÍA ALHAMBRA

FOTOGRAFO PROFESIONAL EN “FOTO DIGITALHAMBRA”




13 agosto 2020

RETOCAR O NO RETOCAR, HE AHÍ LA CUESTIÓN

 

CUANDO AJUSTAR... DESAJUSTA LA IMAGEN


Hoy toca meterse con los retoques. Sale mi vena “pureta”. Si confieso, yo también retoco, pero es que hay que hacerlo sin que se note. Como el flash, que si no se nota que hay flash, mejor. Ahora hay mucho software o “filtros” que te cambian la foto por arte de birli y birloque. No solo la foto, el fondo, combinan imágenes etc. Vamos todos lo que hace Photoshop pero más fácil (está visto que la Inteligencia Artificial es para hacernos más vagos)

Yo no considero que un retoque excesivo y, sobretodo un retoque con varias imágenes sea una fotografía. Por que son varias y eso se llama “collage” de toda la vida. O “Ilustración Digital” o “Diseño Gráfico con Imágenes”. Así que habiendo tantas cosas para nombrarlo no se por qué hay que llamarlo fotografía.

El otro día casi me apunto a un curso de manejo del color. Pero tuve la precaución de ver los vídeos de muestra. No era “manejar” el color. Era retocar y cambiar los colores de la foto hasta que cuadraran con la “Teoría del Color”. Pues no, perdona, los colores si no están ordenados naturalmente, los buscas que en eso está la gracia de fotografiar. No cambiar las tonalidades para que cuadren.

Luego los HDR que “Rechinan” vamos que se ven más falsos que un euro de plástico. Yo confieso que en tiempos hice algo así. Pero hace mucho, mucho tiempo. Y creo que aprender de los errores es de menos torpes. Y la de likes que cazan con esas fotos horribles, sobresaturadas, sombras luces exageradas a tope, y los halos. Me enternecen los que les gusta eso (para gustos colores, chillones si puede ser)

La sobresaturación (que es que un color sea muy, muy chillón) es otra cosa que más que estar mal, molesta a los ojos. Un rojo está bien, un rojo muy rojo ya resalta, y un rojo supermega rojo daña a los ojos. Lo mismo un azul, un verde o cualquier color. Sé que los móviles chinos son adictos a poner las fotos de serie con un “plus” de saturación. Pero si encima toqueteas con los filtros y los potencias todavía más pues eso. Muere un ángel cada vez que saturas las fotos.

Y esos paisajes que ya no tienes que molestarte en ajustar la exposición. Haces la foto y luego le das la vuelta totalmente a la imagen. Eso tampoco es fotografía. Como he dicho más arriba la gracia de la fotografía es ajustar, equivocarse o no, pero si lo que te mola es estar cinco horas con cada foto en el ordenador pues eres un diseñador gráfico, ilustrador, etc.

Y que me perdonen los youtubers que se esfuerzan en explicarte un retoque que dura tres horas hacerlo (cuando terminas de ver el vídeo no te acuerdas de lo que has hecho al principio) Yo hice un curso de photoshop (bueno en realidad eran tres cursos) que cualquier retoque que durara más de dos minutos no entraba en él. Y se hacían mucha cosas. Ojo, que es una forma también de matar el tiempo y full creativo. Pero es otra cosa eso de los retoques interminables.

Yo vengo de la fotografía tradicional. Con película. Entonces también se hacían retoques. Y se hacían más de lo que pensamos. Fotos icónicas que tienen todas las sombras y las luces en su sitio que eran imposibles de captar en película. Normalmente el fotógrafo disparaba y había un equipo de retocadores que hacían que aquello se diera la vuelta como una tortilla y fueran las fotos que admiramos como hechas directamente (no siendo así).

Bueno a lo que iba con lo de la fotografía tradicional. Había que ajustar en manual (hace mucho tiempo solo había ese modo en cámaras avanzadas) y era el quid de la cuestión. O aprendías a hacer las fotos bien o no hacías fotos (a menos que tuvieras pasta para contratar un equipo de retocadores)

Bueno esta es la primera lección de purismo que doy en mi vida. A lo mejor os he dado dos. La primera y la última.

JUAN GREGORIO GARCÍA ALHAMBRA

FOTOGRAFO PROFESIONAL