Izado de las Campanas de Santa Catalina en su Torre Principal.

 Esta mañana ha merecido la pena echar un rato desde la terraza y otro desde la plaza Don Diego para captar un hecho histórico que sabe Dios cuando vuelva a repetirse. Se han elevado las campanas de la torre de Santa Catalina hasta la torre. Se habían quitado aprovechando que se instalaba un pararrayos en el chapitel para retirarlas y restaurarlas debidamente. Lejos quedan mis días de monaguillo cuando íbamos con Cipriano el Sacristán o con Gabriel "El de las campanas", debajo de la torre, donde había una especie de apartado desde el que con unas sogas se tocaba a misa, se transitaba en los entierros o se tocaba reiteradamente para advertir que había una solemnidad especial. Para esos días también había un "tocadiscos" en la sacristía que con un disco a través de unos altavoces que había en los balcones se emitía el sonido "impostado" de unas campanas virtuales. La Torre que se ve desde casi todo el pueblo y desde mucho más allá ya está "vestida" con sus campanas. Y parecerá más alta, más esbelta y... más torre. Disfrutad de la feria que el calor ya está de serie. Aquí o en la playa o en otros destinos. La torre os esperará de vuelta.