FOTO digitalhambra con la divulgación de la formación fotográfica. Esta vez no pongo fotos para descansar un poco.
MODO AUTOMÁTICO EN CÁMARAS DIGITALES
En primer lugar, no he encontrado
bibliografía sobre el tema, al menos con suficiente extensión para llenar
suficientes líneas. Claro, diréis, automático se autodefine, no hay que
intervenir o, sencillamente, no se puede intervenir. Pero todo automatismo es
susceptible de ser utilizado según nuestra conveniencia. O para conseguir lo
que a nosotros nos interese con ese automatismo
En segundo lugar, en bastantes
cámaras no hay uno, sino dos modos automáticos. En realidad el realmente
autosuficiente en cuanto ajustes es el modo fácil o Auto. Normalmente con un
anagrama verde. Ese modo ajusta, tanto la sensibilidad, la apertura de
diafragma y la velocidad de obturación. ¿Ventajas? Para realizar fotos en
situaciones digamos equilibradas y para fotos muy rápidas, todas.
¿Inconvenientes? Algunos, en primer lugar, al elegir el programa la
sensibilidad (ISO) normalmente, cuando hay poca luz elige una sensibilidad
alta. Lo cual nos lleva al problema del ruido. No, el ruido no es ningún sonido
que emita la cámara. Proviene de la grabación electrónica de vídeo y audio.
Son las impurezas o artefactos
lumínicos que produce la señal eléctrica
cuando la luz es baja. Además, lo sensores de las cámaras compactas, al ser más
pequeños, si tienen “demasiados píxeles” son más propicios al ruido.
La razón de que los teléfonos
móviles no den calidad en las fotos, ni suficiente rango de ampliación es esa.
Por muchos megapíxeles que nos vendan las compañías, el sensor es todavía más
pequeño que en las compactas. Y, mientras la resolución sea directamente
proporcional al tamaño del sensor, pues eso para fotos claras, sensor grande.
Bueno que me pierdo, el otro modo es el que se suele
denominar, modo “P” o “Program” o, si lo preferís Programa. En este casi todo
es automático, menos la sensibilidad. O sea que controlamos el ISO y los otros
parámetros (diafragma y obturación) los calcula la cámara.
Bueno ¿Y que es lo que podemos
controlar en todo esto? Pues varias cosas. Se me ocurre la primera. La medición
de la luz nos lleva a la medición
automática que suele ser un promedio. Entonces, busquemos, para la medición una
zona que sea de un color neutro. Lo que se denomina un “gris medio”, un gris
claro pero con un poquito de oscuridad. El problema es que, cuando medimos, si
no hay posibilidad de bloqueo de la medicion, ese gris tiene que estar
justamente en medio de la foto, porque es donde se mide la luz. Porque el
automatismo, si desplazamos la cámara, vuelve a ponderar la medición. Si la
medición es en todo el recuadro, tenemos el mismo problema, porque tenemos que
encuadrar lo mismo, si variamos el encuadre, aunque sea unos centímetros, la
calidad de la luz puede ser diferente.
Si, por ejemplo, tenemos un cielo
luminoso y un suelo oscuro, hay que elegir. O exponemos el cielo o exponemos el
suelo. Si exponemos el suelo, la compensación sera un cielo sobreexpuesto. Si
es al revés, el cielo estará correcto y el suelo estará subexpuesto. Para esto
no hay solución, ni antes ni ahora, con el modo manual puedes optar por una solución intermedia.
Pero en modo automático tienes que elegir.
Tanto si medimos en luz y luego
hay sombra en otro sitio del encuadre, como al revés, sacrificamos el detalle
en alguno de los dos. Bueno me diréis, todo son problemas en modo automático.
Hay algunos controles y opciones que nos pueden hacer este modo “menos
automático”. Uno de ellos es la compensación EV. Puede aparecer asi “EV” o
“VE”, viene de “Exposition Value” o “Variación de la Exposición”. Con ello se
puede digamos “abrir” o “cerrar” el diafragma. En la misma medida, se corrige
la obturación. Si “abrimos el EV, (“EV”+) normalmente va a ser una obturación
más lenta. Y si cerramos el EV (-“EV”) la obturación es más rápida. Si abrimos
se aclara la imagen, si cerramos, se
oscurece.
La aplicación práctica de esto es
bastante más normal de lo que parece. Si nos encontramos con un motivo muy
claro o un fondo blanco o claro, normalmente debemos abrir el “EV” (“EV”+) para
que los blancos salgan blancos y no grises como, por defecto miden los
fotómetros de las cámaras (y todos los fotómetros). Si el motivo es oscuro,
pues cerrar el “EV” (-“EV”), así los negros saldran negros no grises.
El tema del gris medio de los
fotómetros prefiero dejarlo para otro artículo. Otro control que tenemos en
cámaras más modernas es el llamado
“Bracketing”, no tiene traducción directa en castellano, normalmente lo
nombramos los fotógrafos “horquillado” como equivalente en nuestro idioma. Esta
opción permite hacer tres o cinco fotos,
eligiendo una diferencia de 1 punto, ½ punto, o 1/3 de punto “EV” entre una y
otra. Normalmente son tres exposiciones que se producen seguidas. Ni que decir
tiene que esto se refiere a motivos estáticos, si no, no tendremos un horquillado, sino tres o cinco fotos
distintas.
El sentido del “Bracketing” es
conseguir, al menos, una de las tomas
con la exposición correcta. Si mides con el fotómetro de la cámara y
obtienes una toma con esa exposición y otras dos, por ejemplo, un punto arriba
y abajo. Con casi total seguridad obtendréis una foto correcta. El inconveniente,
la quietud del motivo. Pues tienen que ser todas iguales.
También en algunas cámaras se puede
controlar el destello del flash incorporado. Se aplica la misma escala, aunque
no es EV, sino de intensidad del destello. Cuanto más subas en la escala más
luz, cuanto más bajes, menos luz. Esto último (menor destello) se utiliza
normalmente de día para utilizar el flash como relleno de las sombras.
Luego hay otro modo que se me había
olvidado. Es el modo de escena. En el aparecen, bien en un dial o en la
pantalla LCD una serie de dibujitos representando unas determinadas situaciones
con unos ajustes que automatiza la cámara. Modo Noche, Modo paisaje, Modo
nieve, Modo luz de velas, Modo retrato noche, Modo Retrato, hay muchísimos y
cada vez hay más. Este modo optimiza la cámara para esas situaciones. Pero hay
que tener cuidado, porque si ponemos un modo y no lo quitamos, haremos todas
las fotos con unos parámetros quizá equivocados.
Bien
solo me queda decir que el modo automático es el más eficiente en cuanto
a rapidez y comodidad, pero el menos creativo. Para empezar es el mejor,
también, algunas veces, es el único en muchas cámaras. Con las reseñas que os
he dicho, podréis poner un toque creativo en estos modos. Pero el modo manual, cuando exista, es
el más creativo, y hay otros dos modos semiautomáticos (prioridad a la apertura
o “A” y prioridad a la velocidad “S”) en los que, nosotros elegimos la apertura
o la velocidad y la cámara calcula el otro parámetro.
Aprovechar que viene el buen tiempo
para tener la excusa de salir y hacer algunas pruebas. No me extiendo que me ha
salido un artículo más largo de lo que
pensaba.
Juan
Gregorio Fotógrafo Profesional
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